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lunes, 11 de mayo de 2020

Educación religiosa, 10° Taller Feuerbach: el giro antropológico de la teología especulativa Semana 11-15 de mayo

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Colegio Técnico Benjamín Herrera
Área de Ciencias Sociales, jt
Educación religiosa, 10°

Taller
Feuerbach: el giro antropológico de la teología especulativa
Semana 11-15 de mayo

1. Lea con atención el texto y responda, objetivamente, por qué el ateísmo de Feuerbach se considera antropológico. No olvide establecer título, objetivo, introducción, contenido, conclusión y bibliografía.

Feuerbach: el giro antropológico de la teología especulativa
Ludwig Feuerbach (1804-1872), filósofo alemán, situó la psicología religiosa en el espacio teórico correspondiente a la religión ortodoxa y desarrolló una de las primeras filosofías materialistas de Alemania. Ha sido considerado como el propulsor de lo que se conoce como ateísmo antropológico.

El joven Feuerbach asumió un pensamiento crítico contra la filosofía de su tiempo. La señaló por fundarse desde el trasfondo teológico de la especulación y la abstracción metafísicas. Pero su posición no solo fue crítica, también tuvo como objetivo demostrar que la teología especulativa, entendida como filosofía, idealismo alemán o cristianismo moderno, guardaba una esencia antropológica si se obedecía a la concepción del hombre como secreto de la teología, ya que él era el origen y el gestor de la idea de lo infinito –entendida como Dios–.
Inicia así la interpretación del hombre en Feuerbach. En la misma, el hombre no es reflejo ni se realiza a partir de lo que piensa o lo que cree entendido como sujeto divino. Todo lo contrario, se realiza en y para sí mismo desde su origen real al comprender que el hombre es ante todo sujeto efectivo. En cuanto el hombre es originario, la esencia de toda meditación no puede estar por fuera de él, la esencia es él mismo concebido como sujeto creador de pensamiento, el cual puede proyectar cualidades propias y reales en el sujeto de la representación formal, es decir, Dios. Es propio advertir aquí que el hombre como ser de género o universal no es sujeto puramente lógico comprendido a la luz de las proposiciones a priori del pensamiento. Él no surge para ser fundamento del mundo objetivo o “representado”, como lo llamó Feuerbach. Es decir, el hombre no es gestado como un concepto puro y formal al que se le agregan predicados, como si de darle contenido se tratase; su origen efectivo exige un conocimiento sobre su naturaleza y su situación en el mundo para reflexionar sobre él. El hombre es material/real y por ello los conceptos puros y formales no lo agotan. La relación que guarda con los mismos solo es comprendida si se entiende que son resultado de su pensamiento creativo y lógico y que, en este sentido, el sujeto real antecede al sujeto lógico, es la esencia —como hombre— que precede como realidad a la idea. El Hombre es quien crea lo pensado —la lógica—, por ello el pensamiento no puede consolidarse como un círculo cerrado y replegado sobre las formas lógicas o abstractas del pensar; ha de entenderse desde su origen en términos esencialmente antropológicos. De esta manera, el hombre es esencia de todo pensamiento y, con ello, de todo conocimiento subjetivo y universal. En términos de Feuerbach:

El ser humano no es sólo un ser particular y subjetivo, sino un ser universal, pues es el universo lo que el hombre tiene como objeto de su instinto de conocimiento; en consecuencia, solo un ser cosmopolita puede convertir al cosmos en su objeto. Simil simili gaudet. Las estrellas no son el objeto de una intuición sensible inmediata, pero sabemos lo esencial: que obedecen a las mismas leyes que nosotros. Asimismo, toda especulación es trivial si pretende sobrepasar a la naturaleza y al hombre; (…). Los más profundos secretos yacen en las cosas naturales más simples con las que el soñador que suspira por el más allá se da de patadas. Solo el regreso a la naturaleza es la fuente de la salvación (1974, pp. 63-64).

El ser humano es esencia de todo pensamiento y todo conocimiento en la antropología humanista. En consecuencia, Feuerbach, más que renunciar a la filosofía especulativa por estar infestada de teología, presume de darle un giro subjetivo al encontrar en ella una esencia suprema que no es divina, sino antropológica. Esta esencia, el hombre, es origen de todo fundamento, creadora de toda tendencia hacia lo infinito. Se gesta así el giro antropológico de la teología como una concepción que encuentra al hombre, al sujeto natural, real y esencial capaz de ser un universal desde sí mismo. Feuerbach debe fijar en la naturaleza la esencia humana escondida tras la teología especulativa y su sujeto supremo, Dios. Le corresponde hacerlo para cuidarse de ser alcanzado por su propia crítica contra el idealismo –en la cual lo acusa por haber precedido el sujeto de la lógica al sujeto real volviendo las abstracciones centro de toda reflexión–, si quiere llevar a término el giro antropológico de la teología y obligar a la filosofía a reflexionar sobre el hombre real. Para fijar la esencia humana en la naturaleza, el autor recurre al pensamiento de los estoicos al afirmar que se debe vivir de acuerdo a ella. De aquí que atender a nuestro organismo sea importante. Escuchar con fina atención lo que llega a los oídos, dejarse ser en los encantos de los sonidos que amplifican la armonía natural de la relación hombre/mundo, por ejemplo, sea concebir que la libertad y la moral no son contrarias a la naturaleza, sino que el conocimiento de la misma civiliza al hombre en la medida en que este entiende mejor los procesos orgánicos a los que está expuesto, cómo controlarlos y sobrellevarlos, según lo sugirió el autor:

La filosofía es la ciencia de la realidad en su verdad y su totalidad; pero la esencia de la realidad es la naturaleza, la naturaleza en el sentido más universal de la palabra (…) El postulado mismo de los estoicos, digo los estoicos rigurosos, esos espantos de los moralistas cristianos, era conocido: tò omoloumènos te physei zèn (vivir de acuerdo con la naturaleza) (Feuerbach, 1974, pp. 63-64).

La comprensión del hombre desde la naturaleza es la tarea antropológica que plantea Feuerbach. Su propuesta consiste en dejar la filosofía ligada al puro estudio del concepto y la forma, para empezar a advertir que el estudio de tal disciplina debe responder a los objetos inmediatos, naturales y no meramente abstractos, desde el conocimiento que atiende a aprehender y confrontar las contingencias a las que se precipita el hombre como un ser natural. En este sentido, la aspiración del autor al hacer el giro antropológico de la teología especulativa fue presentar la necesidad de arrancar a cimentar la filosofía desde un sujeto real, material, subjetivo y susceptible de universalizarse como el hombre-hombre, y no desde un sujeto lógico, formal y abstracto imposible de conocer, sino como representación especulativa desde la teología. Acontece con el pensamiento antropológico algo bastante precioso, a saber: que solo presenta como digno de ser pensado y tenido a cuentas aquello que ayuda a entender las “leyes naturales”, que no son otras sino las que competen a la propia vida. Luego, solo pueden seguir pensándose las ideas que son útiles a la comprensión de la realidad. En este sentido, puede apreciarse el giro antropológico de la teología como un pensamiento que se intenta ocupar de la vida en su aspecto más originario, plural, material y real.

Fragmento de, María Cristina López Bolívar, Feuerbach: el giro antropológico de la teología”. En Revista Perseitas, Vol. 6, núm. 2, julio-diciembre de 2018, pp. 319-350.


Ciencias Sociales 7° Renacimiento: ciencia y tecnología Taller Semana 11-15 de mayo

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Taller
Renacimiento: ciencia y tecnología
Semana 11-15 de mayo

1. Lea con atención el texto, y realice en su cuaderno dibujos mostrando a los principales científicos mencionados y sus logros más importantes, comentando por qué fueron y siguen siendo valiosos.

Renacimiento: ciencia y tecnología
El Renacimiento, como periodo de la historia europea, se caracterizó por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. El renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el mecenazgo de la educación, de las artes y de la música, además del desarrollo de la ciencia y la tecnología.

También se hicieron progresos en medicina y anatomía, especialmente tras la traducción, en los siglos XV y XVI, de numerosos trabajos de Hipócrates y Galeno; también fueron traducidos en el siglo XVI algunos de los más avanzados tratados griegos sobre matemáticas. Entre los avances realizados destacaron la solución de ecuaciones cúbicas y la innovadora astronomía de Nicolás Copérnico, Tycho Brahe y Johannes Kepler. A finales del siglo XVI, Galileo ya había dado un paso fundamental al aplicar modelos matemáticos a la física. La geografía se transformó gracias a los conocimientos empíricos adquiridos a través de las exploraciones y los descubrimientos de nuevos continentes y por las primeras traducciones de las obras de Tolomeo y Estrabón.

En el campo de la tecnología, la invención de la imprenta en el siglo XV, Johann Gutenberg (c.1400-1468), revolucionó la difusión de los conocimientos. La imprenta incrementó el número de ejemplares, ofreció a los eruditos textos idénticos con los que trabajar y convirtió el trabajo intelectual en una labor colectiva. El uso de la pólvora transformó las tácticas militares entre los años 1450 y 1550, favoreciendo el desarrollo de la artillería, que mostró sus efectos devastadores contra los muros de piedra de castillos y ciudades. El ejército medieval, encabezado por la caballería y apoyado por arqueros, fue reemplazado progresivamente por la infantería, provista de armas de fuego y picas; tales fuerzas formaron los primeros ejércitos permanentes de Europa.

Algunos de los científicos más importantes de este periodo fueron los siguientes:
Nicolás Copérnico (1473-1543), astrónomo polaco, conocido por su teoría según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él. Este sistema recibió el nombre de heliocéntrico o centrado en el Sol. La teoría de Copérnico establecía que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día, y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor del Sol.

Además, afirmaba que la Tierra, en su movimiento rotatorio, se inclinaba sobre su eje (como un trompo). Sin embargo, aún mantenía algunos principios de la antigua cosmología, como la idea de las esferas dentro de las cuales se encontraban los planetas y la esfera exterior donde estaban inmóviles las estrellas. Por otra parte, esta teoría heliocéntrica tenía la ventaja de poder explicar los cambios diarios y anuales del Sol y las estrellas, así como el aparente movimiento retrógrado de Marte, Júpiter y Saturno, y la razón por la que Venus y Mercurio nunca se alejaban más allá de una distancia determinada del Sol. Esta teoría también sostenía que la esfera exterior de las estrellas fijas era estacionaria.

Tycho Brahe (1546-1601), astrónomo danés que realizó numerosas y precisas mediciones astronómicas del Sistema Solar y de más de 700 estrellas. Brahe acumuló más datos que los que se obtuvieron en todas las demás mediciones astronómicas realizadas hasta la invención del telescopio, a principios del siglo XVII. Brahe nunca aceptó totalmente el sistema de Copérnico del Universo y buscó una fórmula de compromiso entre éste y el antiguo sistema de Tolomeo. El sistema de Brahe presuponía que los cinco planetas conocidos giraban alrededor del Sol, el cual, junto con los planetas, daba una vuelta alrededor de la Tierra una vez al año. La esfera de las estrellas giraba una vez al día alrededor de la Tierra inmóvil.

Johannes Kepler (1571-1630), astrónomo y filósofo alemán, famoso por formular y verificar las tres leyes del movimiento planetario conocidas como leyes de Kepler. Kepler aceptó la teoría copernicana al creer que la simplicidad de su ordenamiento planetario tenía que haber sido el plan de Dios. En 1594, cuando Kepler dejó Tübingen y marchó a Graz (Austria), elaboró una hipótesis geométrica compleja para explicar las distancias entre las órbitas planetarias —órbitas que se consideraban circulares erróneamente (Posteriormente, Kepler dedujo que las órbitas de los planetas son elípticas; sin embargo, estos primeros cálculos sólo coinciden en un 5% con la realidad.) Kepler planteó que el Sol ejerce una fuerza que disminuye de forma inversamente proporcional a la distancia e impulsa a los planetas alrededor de sus órbitas. Publicó sus teorías en un tratado titulado Mysterium Cosmographicum en 1596. Esta obra es importante porque presentaba la primera demostración amplia y convincente de las ventajas geométricas de la teoría copernicana.

Galileo (Galileo Galilei) (1564-1642), físico y astrónomo italiano que, junto con el astrónomo alemán Johannes Kepler, comenzó la revolución científica que culminó con la obra del físico inglés Isaac Newton. Su nombre completo era Galileo Galilei, y su principal contribución a la astronomía fue el uso del telescopio para la observación y descubrimiento de las manchas solares, valles y montañas lunares, los cuatro satélites mayores de Júpiter y las fases de Venus. En el campo de la física descubrió las leyes que rigen la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles. En la historia de la cultura, Galileo se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la autoridad y de la libertad en la investigación. En Padua, Galileo inventó un compás de cálculo que resolvía problemas prácticos de matemáticas.

De la física especulativa pasó a dedicarse a las mediciones precisas, descubrió las leyes de la caída de los cuerpos y de la trayectoria parabólica de los proyectiles, estudió el movimiento del péndulo e investigó la mecánica y la resistencia de los materiales. Apenas mostraba interés por la astronomía, aunque a partir de 1595 se inclinó por la teoría de Copérnico, que sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol desechando el modelo de Aristóteles y Tolomeo, en el que los planetas giraban alrededor de una Tierra estacionaria. Solamente la concepción de Copérnico apoyaba la teoría de las mareas de Galileo, que se basaba en el movimiento de la Tierra. En 1609 oyó decir que en los Países Bajos habían inventado un telescopio. En agosto de ese año presentó al duque de Venecia un telescopio de una potencia similar a los modernos gemelos o binoculares. Su contribución en las operaciones navales y marítimas le supuso duplicar sus ingresos y la concesión del cargo vitalicio de profesor.

En diciembre de 1609 Galileo había construido un telescopio de veinte aumentos, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna. También observó que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter. En marzo de 1610 publicó estos descubrimientos en El mensajero de los astros. Su fama le valió el ser nombrado matemático de la corte de Florencia, donde quedó libre de sus responsabilidades académicas y pudo dedicarse a investigar y escribir. En diciembre de 1610 pudo observar las fases de Venus, que contradecían la astronomía de Tolomeo y confirmaban su aceptación de las teorías de Copérnico.


Educación religiosa, 6° Historia de la religión en Europa Taller Los comienzos de la Iglesia Semana 11-15 de mayo

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Historia de la religión en Europa

Taller
Los comienzos de la Iglesia
Semana 11-15 de mayo

Lea con atención el siguiente texto y responda las preguntas siguientes:
1. Qué es el cristianismo.
2. Inicialmente, qué religión practicaban los cristianos
3. Dónde surgió el cristianismo
4. Por qué se dice que el cristianismo es una continuación del judaísmo
5. Quién fue Pablo de Tarso
6. En el mapa, señale el lugar considerado origen del cristianismo


El Mediterráneo y Oriente medio
Los comienzos de la Iglesia

El cristianismo es la religión monoteísta basada en las enseñanzas de Jesucristo según se recogen en los Evangelios, que ha marcado profundamente la cultura occidental y es actualmente la más extendida del mundo. Está ampliamente presente en todos los continentes del globo y la profesan más de 1.700 millones de personas.

En el siglo I, se empezó a difundir gracias al trabajo que hiciera Pablo de Tarso, un romano que inicialmente había perseguido a los cristianos. Jerusalén era el núcleo del movimiento cristiano; al menos lo fue hasta su destrucción a manos de los ejércitos de Roma en el 70 d.C. Desde este centro, el cristianismo se desplazó a otras ciudades y pueblos de Palestina, e incluso más lejos. En un principio, la mayoría de las personas que se unían a la nueva fe eran seguidores del judaísmo, para quienes sus doctrinas representaban algo nuevo, no en el sentido de algo novedoso por completo y distinto, sino en el sentido de ser la continuación y realización de lo que Dios había prometido a Abraham, Isaac y Jacob. Por lo tanto, ya en un principio, el cristianismo manifestó una relación dual con la fe judía: una relación de continuidad y al mismo tiempo de realización, de antítesis, y también de afirmación. La conversión forzada de los judíos durante la Edad Media y la historia del antisemitismo (a pesar de que los dirigentes de la Iglesia condenaban ambas actitudes) constituyen una prueba de que la antítesis podía ensombrecer con facilidad a la afirmación. Sin embargo, la ruptura con el judaísmo nunca ha sido total, sobre todo porque la Biblia cristiana incluye muchos elementos del judaísmo. Esto ha logrado que los cristianos no olviden que aquel al que adoran como Señor era judío y que el Nuevo Testamento no surgió de la nada, sino que es una continuación del Antiguo Testamento.

Una importante causa del alejamiento del cristianismo de sus raíces judías fue el cambio en la composición de la Iglesia, que tuvo lugar más o menos a fines del siglo II (es difícil precisar cómo se produjo y en qué periodo de una forma concreta). En un momento dado, los cristianos con un pasado no judío comenzaron a superar en número a los judíos cristianos. En este sentido, el trabajo del apóstol Pablo tuvo una poderosa influencia. Pablo era judío de nacimiento y estuvo relacionado de una forma muy profunda con el destino del judaísmo, pero, a causa de su conversión, se sintió el “instrumento elegido” para difundir la palabra de Cristo a los gentiles, es decir, a todos aquellos que no tenían un pasado judío. Fue él quien, en sus epístolas a varias de las primeras congregaciones cristianas, formuló muchas de las ideas y creó la terminología que más tarde constituirían el eje de la fe cristiana; merece el título de primer teólogo cristiano. Muchos teólogos posteriores basaron sus conceptos y sistemas en sus cartas, que ahora están recopiladas y codificadas en el Nuevo Testamento.

De las epístolas ya consideradas y de otras fuentes que provienen de los dos primeros siglos de nuestra era, es posible obtener información sobre la organización de las primeras congregaciones. Las epístolas que Pablo habría enviado a Timoteo y a Tito (a pesar de que muchos estudiosos actuales no se arriesgan a afirmar que el autor de esas cartas haya sido Pablo), muestran los comienzos de una organización basada en el traspaso metódico del mando de la primera generación de apóstoles, entre los que se incluye a Pablo, a sus continuadores, los obispos. Dado el frecuente uso de términos tales como obispo, presbítero y diácono en los documentos, se hace imposible la identificación de una política única y uniforme. Hacia el siglo III se hizo general el acuerdo respecto a la autoridad de los obispos como continuadores de la labor de los apóstoles. Sin embargo, este acuerdo era generalizado sólo en los casos en que sus vidas y comportamientos asumían las enseñanzas de los apóstoles, tal como estaba estipulado en el Nuevo Testamento y en los principios doctrinales que fundamentaban las diferentes comunidades cristianas.


lunes, 4 de mayo de 2020

Educación religiosa, 10° Nietzsche y el idealismo Actividad de comprensión Ensayo crítico Semana 4-8 de mayo

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Educación religiosa, 10°

Nietzsche y el idealismo

 

Actividad de comprensión

Ensayo crítico

Semana 4-8 de mayo

 

Con base en lectura anterior, que sirvió de insumo para realizar entrevista, escriba un ensayo de tipo crítico: exponiendo sus criterios, cuestionando a favor o en contra y argumentando.

Para esto, tenga en cuenta los lineamientos recomendados: título de trabajo, objetivo, introducción, desarrollo temático, conclusión y bibliografía.

 

Ciencias Sociales, 7° La Edad Media y el Renacimiento Actividad de comprensión Semana 4-8 de mayo

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Ciencias Sociales, 7°

La Edad Media y el Renacimiento

 

Actividad de comprensión

Semana 4-8 de mayo

 

Con base en lectura anterior, que sirvió de base para realizar cuadro comparativo, realice en su cuaderno un escrito de tipo crítico, resaltando lo positivo o negativo (según sus criterios) del Renacimiento, respecto a la Edad Media. Justifique y argumente. Escanee o tome fotografía, y envíe a los correos establecidos.

 

 

La Edad Media y el Renacimiento

 

¿Qué es el Renacimiento?

En el Renacimiento la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central. El Renacimiento se sitúa cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en coincidencia con la conquista turca de Constantinopla (1453); para esa época se produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por Gutenberg y el desarrollo de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron elementos propiciadores de una revolución científica y social de una magnitud impensable hasta entonces.

El Renacimiento fue un período de la historia en el que se iba dejando atrás la Edad Media, para dar comienzo a lo que se conoció luego como era Moderna. Sin duda fue este un cambio muy profundo y complejo, que trascendió a todos los órdenes de la vida, de modo que significó mucho más que un movimiento artístico o cultural, como a veces se cree. No fue esta una ruptura brusca, sino un paso gradual de una sociedad feudal basada en la actividad agraria a una sociedad mercantil y apoyada en el valor de la Nación.

El humanismo es el término que mejor define al Renacimiento. Por primera vez la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central, tras años y años de teocentrismo, es decir, de Dios como fuente de toda creación. El Renacimiento tuvo como claros exponentes a artistas como Botticelli, Tiziano, Rafael o Da Vinci (pintura), y escritores como Alighieri Petrarca, Bocaccio, Shakespeare, Rabelais y Garcilaso de la Vega (Representantes del Renacimiento).

 

Otras características del Renacimiento

1.                    Búsqueda de nuevos conocimientos

Inicialmente, se empezó por una valorización de la cultura grecorromana: Para los artistas de la época renacentista, los griegos y romanos poseían una visión completa y humana de la naturaleza, a diferencia de los hombres medievales. En el Renacimiento surgieron los primeros aportes a las ciencias que hoy conocemos.

Durante el Renacimiento se buscó entender el funcionamiento del mundo mediante un abordaje analítico basado en el estudio y la observación; surgieron entonces los primeros aportes a las diversas ciencias que hoy conocemos, como la biología, la astronomía, la anatomía, la física, etc.

2.                    Revalorización de la estética grecorromana

Hay una búsqueda permanente de la belleza y la perfección, ligadas a los cánones de la antigua Grecia y Roma. Esto se percibe especialmente en la pintura y la escultura, con la obra de artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli o Donatello, entre otros.

3.                    El hombre como eje de la historia de la humanidad

En el arte esto impacta de manera central, pues la figura humana vuelve a tener un papel protagónico en la pintura y la escultura. El principal punto que caracteriza el período Renacentista es el antropocentrismo, en oposición al teocentrismo observado en la Edad Media. El antropocentrismo, que puso al hombre como la creación suprema de Dios y como el centro del universo. Mientras en la Edad Media la vida del hombre debía estar centrada en Dios (teocentrismo).

4.                    Valorización de la ciencia y la razón

El Racionalismo, los renacentistas estaban convencidos de que la razón era la única manera de llegar al conocimiento, y que todo nuestro mundo podría explicarse por la razón y la ciencia; Las cualidades más valoradas en el ser humano pasaron a ser la inteligencia, el conocimiento y el don artístico. Galileo Galilei desafió las ideas que consideraban a la Tierra centro del Sistema solar. El experimentalismo, para los renacentistas todo conocimiento debía ser demostrado con experiencia científica. El hombre renacentista, principalmente los científicos, pasa a utilizar métodos experimentales y de observación de la naturaleza y el universo. Se buscan explicaciones racionales para los acontecimientos naturales y sociales, dejando de lado cuestiones religiosas. En este sentido fue paradigmático el enfrentamiento que tuvo el físico y astrónomo Galileo Galilei, por desafiar las ideas hasta entonces imperantes que consideraban a la Tierra como el centro del sistema solar.

5.                    Ética

Se ponen en un lugar destacado los valores éticos más profundos, como el respeto, la libertad, la solidaridad, la justicia, el honor y el amor.

6.                    Optimismo

Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el hombre renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la célebre frase carpe diem (aprovecha el día). El mundo pasa a ser un lugar para ser vivido con intensidad.

7.                    Apoyo económico a artistas

Los artistas del Renacimiento eran apoyados económicamente por grupos favorecidos. 

El arte como creación humana es exaltado, y apoyado económicamente por personas o grupos favorecidos, que patrocinan el trabajo de artistas. A éstos se los conoció como ‘mecenas’. De esa forma, además de fomentar el arte estas personas van ganando espacios de prestigio social y de poder político.

8.                    Crecimiento de la burguesía

El individualismo: esa parte de que el hombre debe conocerse así mismo, buscando a afirmar su propia personalidad, los talentos y cumplir sus ambiciones. Esta concepción se basa en el principio que el derecho individual estar por encima del derecho colectivo. Poco a poco, la Burguesía surgida en la edad media, se va haciendo más poderosa e influyente, desplazando a los terratenientes feudales.

9.                    Fundación de los primeros bancos

El desarrollo de la actividad mercantil llevó a la necesidad de otorgar préstamos; surgieron así los primeros bancos.

10.              Búsqueda de un conocimiento universal

Copérnico se destacó en los diferentes aspectos de la ciencia y en el arte. Es característico de esta etapa de la humanidad el surgimiento de hombres que se interesaban por diferentes aspectos de la ciencia, y que también se ejercitaron y destacaron en las artes: tal es el caso de Leonardo da Vinci o de Copérnico.

Descargar documento: https://docs.google.com/document/d/1FhtrDLLYWH86ytFFpuuVAH_IP9P68mLFuSyngo4uTYk/edit


Educación religiosa, 6°. Historia de la religión en Europa. Actividad de repaso. Semana 4-8 de mayo

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Educación religiosa, 6°

Historia de la religión en Europa

 

Actividad de repaso

Semana 4-8 de mayo

 

El trabajo siguiente, que el estudiante realizará en cuaderno, se basa en lectura anterior, con la cual realizó historieta. Toma fotografía o escanea, y envía a los correos establecidos.

1. Realice un escrito en el que indique qué prácticas religiosas realizadas por los neardentales todavía se practican en las religiones actuales. ¿Cuál es su opinión al respecto?

 

Los orígenes de la religión en Europa

 

En la historia de la religión en Europa, podemos hablar de los primeros pobladores, los neandertales. El Neandertal, es el nombre común de la especie Homo sapiens neanderthalensis.

Los neandertales han sido en ocasiones considerados una subespecie de la especie humana moderna (Homo sapiens sapiens o simplemente Homo sapiens), pero más recientemente se les ha clasificado como una especie diferente. Los neandertales cubren un largo periodo: se calcula que se remontan hasta 120 milenios a.C. y que se extinguieron hace 30.000 años aproximadamente.

Se han encontrado en yacimientos de la edad de piedra pertenecientes al paleolítico medio, principalmente en Europa y en el suroeste asiático. Esta especie recibe su nombre del valle del río alemán Neander, donde se encontraron en 1856 sus primeros restos; de ahí la denominación de hombre de Neandertal.

Los hombres eran más corpulentos que las mujeres, y ambos poseían una gran musculatura ya desde la infancia. Tenían una cabeza grande con unas prominentes narices y un mentón retraído.

Como promedio general, sus cerebros eran del mismo tamaño o mayores que el cerebro del hombre moderno, lo que se relaciona más con el gran tamaño del cuerpo y su gran musculatura que con una inteligencia más elevada.

Formaban grupos reducidos, tal como demuestran los asentamientos que se han excavado, y la densidad de su población era baja. Aunque la tecnología empleada por los neandertales era bastante sencilla, hay pruebas de que eran cazadores hábiles, aunque también se dedicaron a la pesca. La recolección tuvo un papel muy destacado en la obtención de alimento, casi al mismo nivel que la caza, y con ellos aparecen las primeras muestras de prácticas religiosas al enterrar a los muertos.

Las tumbas encontradas en Europa y Asia occidental indican que el Neandertal ya enterraba a sus muertos. Algunos yacimientos contienen tumbas muy poco profundas, tal vez cavadas por miembros de un grupo o familia sencillamente para alejar a los cadáveres de su vista. En otros casos parece que ciertos grupos realizaban rituales para llorar por sus muertos o comunicarse con los espíritus.

Algunos investigadores aseguran que los objetos encontrados en las tumbas, tales como flores o huesos de animales, habían sido colocados junto al cadáver, lo que sugiere que algunos grupos pudieron haber creído en una vida después de la muerte.

En numerosos enterramientos neandertalenses el cadáver tenía las piernas y los brazos doblados sobre su pecho, lo que podría indicar una posición ritual de enterramiento. Sin embargo, otros investigadores rechazan estas interpretaciones y sugieren que tal vez el Neandertal tenía razones más bien prácticas que religiosas para posicionar así los miembros de sus cadáveres.

Así, por ejemplo, un cuerpo situado en posición fetal sólo necesitaría un agujero de tamaño reducido para su enterramiento, lo que facilitaría la tarea de cavar la tumba.

Descargar el documento: https://docs.google.com/document/d/14pMC4gRGEp21AzlKNykixwSmmaCudzHCOrLmu_xacF0/edit

lunes, 27 de abril de 2020

Educación religiosa, 10°. Actividad: entrevista Semana del 27-30 de abril

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Educación religiosa, 10°
Nietzsche y el idealismo
Actividad: entrevista
Semana del 27-30 de abril

Lea con atención el siguiente texto, teniendo en cuenta, primero, los principales planteamientos y, segundo, los conceptos primordiales de la lectura. Como proceso de comprensión, realice en cuaderno, una entrevista (por ejemplo, dos estudiantes que se reúnen para discutir el tema), con un mínimo de diez preguntas. Escanee o fotografíe y envíe.

Nietzsche y la “muerte” de Dios
El filósofo alemán, Friedrich Nietzsche (1844-1900), cuyo pensamiento está considerado como uno de los más radicales, ricos y sugerentes del siglo XX, quien no conocía el trabajo de Kierkegaard, transformó el pensamiento existencialista posterior a través de su crítica de las tradicionales suposiciones metafísicas y morales, y su adopción del pesimismo trágico y de la voluntad individual afirmadora de la vida que la opone a la conformidad moral de la mayoría. Así, en oposición a Kierkegaard, cuyo ataque a la moral convencional le llevó a defender un cristianismo radical e independiente, Nietzsche afirmó en La gaya ciencia (1882) que “Dios está muerto”, y rechazó toda la tradición moral judeocristiana en favor de los heroicos ideales paganos.

Sin embargo, es en su obra Así habló Zaratustra, donde plantea con mayor rigor este planteamiento. La primera parte de la obra tiene como tema central la “muerte de Dios”, y en ella habla Nietzsche de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como “adormideras”, que impiden ver los valores verdaderos y reivindica la necesidad de imaginar el nuevo sujeto humano como alguien que se atreve a experimentar.

Nietzsche está en contra de la moral de rebaño, la que propician las religiones, principalmente el cristianismo, aunque no niega la importancia de la moral cristiana que ha ayudado a la educación del hombre. La moral ha servido principalmente para mantener el funcionamiento de la comunidad e impedir su destrucción, dice, porque en cuanto a la supervivencia y bienestar de toda la población aún no los ha conseguido.

Nietzsche sostuvo que había dos tipos fundamentales de moral: la moral de amos y la moral de esclavos. La moral del amo valora el orgullo, la fortaleza y la nobleza, mientras que la moral de esclavos valora cosas como la amabilidad, la humildad y la compasión.

La moral de los señores o de amos, es el tipo de moral según Nietzsche, aceptada en la antigüedad clásica, especialmente en Roma, donde la virtud es sinónimo de virilidad, valor, audacia, valentía. Según este tipo de moral, se rinde culto a la fuerza y al dominio. La moral tradicional o de esclavos (la moral cristiana) es “antinatural” pues presenta leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la vida; es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y natural.

Por ello, para Nietzsche, un hombre superior crea sus propios valores, sin Dios. Cuando Nietzsche se refiere a una postura más allá del bien y del mal, quiere decir superar la moral del rebaño porque favorece a la mediocridad e impide el surgimiento del hombre superior. Sin embargo, esto no significa que deban abandonarse los valores, porque el hombre que rechaza la fuerza de la moral puede llegar a destruirse a sí mismo.

Solamente el hombre superior podrá ir más allá del bien y del mal y crear valores que serán expresión de una vida superior que le permitirá trascenderse a sí mismo hacia el nivel de superhombre, como una forma más elevada de existencia humana. Nietzsche rechaza del cristianismo el desprecio por los instintos, por la mente libre y los valores estéticos, pero a la vez, él no busca que el hombre se convierta en un torbellino de pasiones desatadas.

Por ello, “la muerte de Dios” significa que la fe en el Dios Cristiano no se puede mantener, con sus mandatos y prohibiciones que coartan la creatividad y el desarrollo total del hombre en este mundo; porque es hostil a la vida y es un signo de debilidad y cobardía.

La “la muerte de Dios” no significa que Nietzsche creía que existía un Dios y había muerto. En realidad, la frase del filósofo alemán es una metáfora. En su frase, Nietzsche expresa que no solo Dios murió, sino que el ser humano que lo mató con el propósito de llegar a un mayor entendimiento del mundo. Con la llamada muerte de Dios, se supone que el hombre ya no depende de Dios y ya no está sometido a su voluntad por lo que puede buscar nuevos valores, sus propios valores. lo que dará paso al superhombre.

Además, el rechazo de Dios de Nietzsche pone de manifiesto su desprecio por la influencia que las religiones tienen sobre los hombres débiles, al torturar sus conciencias e impedir el desarrollo de hombres superiores. El rechazo de todos los valores que surge de la falta de objetivo de la vida, constituye la característica esencial del nihilismo, un gran peligro para el hombre débil que no conoce otra cosa; porque significa la ausencia de valores y el reconocimiento de la carencia de sentido de la vida. Mientras que el nihilismo activo es el que busca el cambio y el nuevo horizonte de un tipo superior de hombre.

Por ello, en contraposición a la moral del rebaño, Nietzsche propone el superhombre, esto es, un hombre de trascendencia, que se supera a sí mismo y a la naturaleza humana. En esencia, un superhombre es aquel que ha superado la esclavitud de la condición humana y ha alcanzado un verdadero estado de libertad: de libre juego y creatividad. Nietzsche decía que en la evolución de la historia el hombre ha creado un concepto de Dios, ha desarrollado un pensamiento trascendente de la vida y ha formado unos valores. Así, el autor alemán propone que la “muerte de Dios” y la desaparición de todo valor y pensamiento trascendente lleva a la divinización del hombre.

Ciencias Sociales, 7°. Cuadro comparativo Semana del 27-30 de abril

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Colegio Técnico Benjamín Herrera
Área de Ciencias Sociales, jt
Ciencias Sociales, 7°
La Edad Media y el Renacimiento
Cuadro comparativo
Semana del 27-30 de abril

Leer con atención el texto siguiente, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, las notas sobre Edad Media en cuaderno. Con la información, realizar un cuadro comparativo, con el siguiente modelo (escanearlo o fotografiarlo y enviar):

La Edad Media y el Renacimiento
Cuadro comparativo

Características
Edad Media
Renacimiento
Qué es


El conocimiento


La sociedad


El hombre


La religión


Las artes


La ciencia



¿Qué es el Renacimiento?
En el Renacimiento la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central. El Renacimiento se sitúa cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en coincidencia con la conquista turca de Constantinopla (1453); para esa época se produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por Gutenberg y el desarrollo de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron elementos propiciadores de una revolución científica y social de una magnitud impensable hasta entonces.
El Renacimiento fue un período de la historia en el que se iba dejando atrás la Edad Media, para dar comienzo a lo que se conoció luego como era Moderna. Sin duda fue este un cambio muy profundo y complejo, que trascendió a todos los órdenes de la vida, de modo que significó mucho más que un movimiento artístico o cultural, como a veces se cree. No fue esta una ruptura brusca, sino un paso gradual de una sociedad feudal basada en la actividad agraria a una sociedad mercantil y apoyada en el valor de la Nación.
El humanismo es el término que mejor define al Renacimiento. Por primera vez la figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central, tras años y años de teocentrismo, es decir, de Dios como fuente de toda creación.
El Renacimiento tuvo como claros exponentes a artistas como Botticelli, Tiziano, Rafael o Da Vinci (pintura), y escritores como Alighieri Petrarca, Bocaccio, Shakespeare, Rabelais y Garcilaso de la Vega (Representantes del Renacimiento).

Otras características del Renacimiento
1.                     Búsqueda de nuevos conocimientos
Inicialmente, se empezó por una valorización de la cultura grecorromana: Para los artistas de la época renacentista, los griegos y romanos poseían una visión completa y humana de la naturaleza, a diferencia de los hombres medievales. En el Renacimiento surgieron los primeros aportes a las ciencias que hoy conocemos.
Durante el Renacimiento se buscó entender el funcionamiento del mundo mediante un abordaje analítico basado en el estudio y la observación; surgieron entonces los primeros aportes a las diversas ciencias que hoy conocemos, como la biología, la astronomía, la anatomía, la física, etc.
2.                    Revalorización de la estética grecorromana
Hay una búsqueda permanente de la belleza y la perfección, ligadas a los cánones de la antigua Grecia y Roma. Esto se percibe especialmente en la pintura y la escultura, con la obra de artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli o Donatello, entre otros.
3.                    El hombre como eje de la historia de la humanidad
En el arte esto impacta de manera central, pues la figura humana vuelve a tener un papel protagónico en la pintura y la escultura. El principal punto que caracteriza el período Renacentista es el antropocentrismo, en oposición al teocentrismo observado en la Edad Media. El antropocentrismo, que puso al hombre como la creación suprema de Dios y como el centro del universo. Mientras en la Edad Media la vida del hombre debía estar centrada en Dios (teocentrismo).
4.                    Valorización de la ciencia y la razón
El Racionalismo, los renacentistas estaban convencidos de que la razón era la única manera de llegar al conocimiento, y que todo nuestro mundo podría explicarse por la razón y la ciencia; Las cualidades más valoradas en el ser humano pasaron a ser la inteligencia, el conocimiento y el don artístico. Galileo Galilei desafió las ideas que consideraban a la Tierra centro del Sistema solar. El experimentalismo, para los renacentistas todo conocimiento debía ser demostrado con experiencia científica. El hombre renacentista, principalmente los científicos, pasa a utilizar métodos experimentales y de observación de la naturaleza y el universo. Se buscan explicaciones racionales para los acontecimientos naturales y sociales, dejando de lado cuestiones religiosas. En este sentido fue paradigmático el enfrentamiento que tuvo el físico y astrónomo Galileo Galilei, por desafiar las ideas hasta entonces imperantes que consideraban a la Tierra como el centro del sistema solar.
5.                    Ética
Se ponen en un lugar destacado los valores éticos más profundos, como el respeto, la libertad, la solidaridad, la justicia, el honor y el amor.
6.                    Optimismo
Hay una especial valorización de la vida terrenal frente a la eterna, por lo que el hombre renacentista quiere gozar del aquí y ahora, sentimiento plasmado en la célebre frase carpe diem (aprovecha el día). El mundo pasa a ser un lugar para ser vivido con intensidad.
7.                    Apoyo económico a artistas
Los artistas del Renacimiento eran apoyados económicamente por grupos favorecidos. 
El arte como creación humana es exaltado, y apoyado económicamente por personas o grupos favorecidos, que patrocinan el trabajo de artistas. A éstos se los conoció como ‘mecenas’. De esa forma, además de fomentar el arte estas personas van ganando espacios de prestigio social y de poder político.
8.                    Crecimiento de la burguesía
El individualismo: esa parte de que el hombre debe conocerse así mismo, buscando a afirmar su propia personalidad, los talentos y cumplir sus ambiciones. Esta concepción se basa en el principio que el derecho individual estar por encima del derecho colectivo. Poco a poco, la Burguesía surgida en la edad media, se va haciendo más poderosa e influyente, desplazando a los terratenientes feudales.
9.                    Fundación de los primeros bancos
El desarrollo de la actividad mercantil llevó a la necesidad de otorgar préstamos; surgieron así los primeros bancos.
10.                Búsqueda de un conocimiento universal
Copérnico se destacó en los diferentes aspectos de la ciencia y en el arte. Es característico de esta etapa de la humanidad el surgimiento de hombres que se interesaban por diferentes aspectos de la ciencia, y que también se ejercitaron y destacaron en las artes: tal es el caso de Leonardo da Vinci o de Copérnico.


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