Jóvenes, conflicto y memoria escolar
Publicado por la Universidad Distrital Francisco José
de Caldas, este libro compila tres trabajos cuyo propósito se centra en señalar
los problemas de la educación colombiana, particularmente en Bogotá; problemas
de permanente presencia, incrustados en la cotidianidad de los conflictos, las
soluciones y la persistente reincidencia. En el primero, “Notas para una valoración de la violencia
escolar”, se realiza un balance de los esfuerzos realizados en la comprensión y
búsqueda de soluciones sobre el conflicto escolar como fenómeno, y se propone
que, aun el conocimiento de las expresiones de violencia escolar y de
las múltiples interpretaciones realizadas por los observatorios y los estudios,
mientras persistan los niveles de marginamiento cultural, político y económico,
sus incidencias en la escuela continuarán siendo reveladoras.
El siguiente trabajo, “Exclusión, pobreza y deserción
escolar”, da cuenta de uno de los problemas mayores históricamente afrontado
por la escuela: el de la deserción escolar. Se señala aquí, que, aun el conocimiento
de los orígenes de la deserción escolar —ausencia de práctica de valores,
inclusión social, reconocimiento de los derechos humanos, entre muchos otros—, la
realidad se hace evidente en la insuficiencia de esa experiencia en la escuela,
en virtud de la permanente reincidencia. Esto es que, siendo la deserción
escolar una constate en la historia de la educación en Colombia, sus causas
siguen siendo las mismas, y que obedecen a la exclusión social de tipo
estructural en la cultura colombiana, en las que se hace evidente el
desplazamiento de población, la pobreza, la marginalidad, el abuso, el maltrato
y la intolerancia. En esta dirección, se
reconocen los esfuerzos realizados por la SED y los maestros en la búsqueda
de salidas efectivas, esencialmente, a partir del conocimiento de estas
dificultades y de la promoción y experiencia de los derechos humanos. La
sugerencia de su práctica se advierte como camino inequívoco.
Finalmente, “Historia
oral y memoria escolar”, realiza un balance de la vida escolar desde la
oralidad. Estudiantes y maestros
afloran aquí con voz propia, matizando los pormenores cotidianos mediante la
anécdota que surge como reemplazo del análisis, del estudio juicioso que
caracterizara a los estudiantes de los años setentas y aun incluso los años
noventa. De ahí que la ironía se hace manifiesta en estas historias, donde la
voz del estudiante irradia como un eco el folletín de la noticia vacía de
razonamiento, el pregón del comercial que vende; la crítica, en sí, no ausente
de sarcasmo, de la invasión del medio estudiantil por el mundo posmoderno.