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martes, 21 de julio de 2020

Educación religiosa, 10°: Otras formas de ateísmo El ateísmo y la increencia Semana 21-24 de julio Actividad Ejercicio de comprensión

Bienvenidos


Educación religiosa, 10°
Otras formas de ateísmo
El ateísmo y la increencia

Semana 21-24 de julio

Actividad
Ejercicio de comprensión

1. En clase anterior ya hemos leído el texto y realizado actividad. Lo que haremos ahora es muy sencillo: leeremos de nuevo el texto y nos imaginaremos su contenido en imágenes.

2. Así, por cada uno de los títulos y subtítulos, realizaremos una ilustración. Para ello, como en este caso, hay un título y ocho subtítulos, lo que quiere decir que se harán nueve ilustraciones, en nueve recuadros, cada uno con su respectivo nombre.

Otras formas de ateísmo
El ateísmo y la increencia

            El ateísmo es aquella concepción que niega lo divino o lo absoluto de cualquier tipo, que no se identifique con el hombre y con el mundo de nuestra experiencia empírica y de sus principios inmanentes.

i. El ateísmo en el A.T. y N. T.:
            La Escritura presupone como evidente la existencia de Dios: "Dice el necio para sí: No hay Dios" (cf. Sal 10). Los ateos son necios, porque Dios ya en la creación se revela (cf. Sb 13 y Rm 1, 18-20), por eso mismo son inexcusables de no reconocer la existencia de Dios trascendente. La doctrina de la creación apunta a la trascendencia de Dios y desdiviniza las criaturas. Sería una suerte de demostración indirecta del monoteísmo, pese a que en los libros más antiguos sólo se sancionan una monolatría del pueblo de Israel.

ii. Los diversos tipos de ateísmo:
a. El ateísmo teórico: Sostiene doctrinariamente que Dios no existe. Puede ser:

1) Ateísmo científico:
            La mentalidad positivista sólo admite como cierto lo que se experimenta; luego, la ciencia experimental es la única fuente de verdades o conocimiento. Ahora bien, como Dios no es objeto de experiencia; y, es más, la ciencia y la técnica explican hoy muchos fenómenos que antes se atribuían a Dios, Dios pasa a ser una hipótesis inútil, a la que acude el hombre ignorante. El ateísmo científico toma varias modalidades, según sean las ciencias:
- Ciencias lógicas: Niegan toda proposición sobre Dios porque no es empírico (Russel, Wittgenstein, etc.).
- Ciencias de la naturaleza: Pretenden explicar la realidad por la sola materia, que es la razón y fundamento de todo ser. Estas concepciones son distintas expresiones del materialismo:
- Ciencias biológicas: Explican la vida por la sola evolución de la materia: Procesos físico-químicos. Se trata de otra forma de materialismo.
- Ciencias antropológicas o psicológicas: Reducen el hombre a la sola evolución de la materia.
- Ciencias sociales: Buscan en el hecho social la explicación de la religión; ésta no es sino una fase de la evolución de la historia- Por ejemplo:
- Sociología de Comte: consta de 3 estadios sucesivos: a. Teológico. b. Metafísico. c. Positivo.
- Materialismo histórico de Feuerbach.
- Materialismo dialéctico de Marx y Engels.
Las ciencias, con todo, no responden al sentido de las cosas y a su último por qué. Y dado los avances, cada vez más la ciencia tiene que relativizar sus certezas (cf. El mito de la ciencia de Quintanilla).
                                                                
2) Ateísmo psicoanalítico:
            Para Freud la religión es una ilusión. Es la proyección de antiguos deseos infantiles no satisfechos (complejos), que en su impotencia buscan la protección de los dioses y de ciertos ritos. La religión responde a una necesidad psicológica, pero de manera no adecuada. Ha de ser sustituida por el psicoanálisis.

3) Ateísmo vitalista:
          Afirma el nihilismo de Nietzsche la muerte de Dios. El hombre ha de romper todo vínculo con Dios para afirmarse y superarse a sí mismo (superhombre). En este romper con Dios, hay que destruir los valores tanto del conocer pues no hay verdad objetivable, como los del actuar moral. Los valores auténticos son los impulsos vitales, fuerzas de construcción del verdadero hombre y de la verdadera sociedad. La cultura y las religiones dominantes inhiben y ocultan estos valores verdaderos, reduciendo a los seres humanos a la inferioridad y mediocridad.

3) El ateísmo contemporáneo
1) Autonomía de la naturaleza y esferas profanas
a) El conocimiento de la naturaleza exige cada vez menos la "hipótesis de Dios", incluso se la descarta abiertamente. Ello se remonta a Descartes quien pone las bases del pensamiento moderno, Dios es el garante del conocimiento humano. Kant sacará por deducción que Dios no es cognoscible y que sólo es fundamento del actuar humano. El idealismo alemán reconocerá que en realidad Dios es la proyección del espíritu finito que se desenvuelve hacia lo infinito en un proceso dialéctico. Finalmente, la izquierda hegeliana sostendrá que ese espíritu no es más que la expresión de la materia (lo inmanente) sublimado en un proceso de enajenación histórica.
b) Autonomía del sujeto, cuya dignidad y libertad excluyen un "supuesto" de Dios todopoderoso. El hombre o Dios. Deducción final de la modernidad. Su expresión máxima es el nihilismo.
c) Protesta contra el mal, sobre todo las injusticias y las atrocidades de las guerras y la violencia producida por las ideologías. Cobra mucha importancia el existencialismo.

2. Las dimensiones del ateísmo contemporáneo:
a) Más que negar o rechazar a Dios, consiste en afirmar exclusivamente al hombre. El hombre se vuelve como valor absoluto (humanismo cerrado). Consecuencia de todo un proceso que comenzó con la modernidad. Frente al mal, rechaza a un Dios creador y providente.
b) El hombre es autor de su propia historia. Dios sería un intruso.
c) La religión deshumaniza o aliena al hombre. Para las ciencias es oscurantismo; para la antropología es una proyección del hombre; para la psicología un desequilibrio inconsciente; para la sociología una proyección.
d)  Se presenta en general como un proceso post-cristiano (hijo del cristianismo occidental).
e) No es un hecho pasajero.  Ha tocado la misma conciencia del hombre, su cultura.
f) Sus factores: Auge de las ciencias; creciente autonomía; antropocentrismo; conciencia crítica, etc.
g) Predominio del agnosticismo: Defiende la incognoscibilidad de lo supra sensible. Niega así la metafísica y todo tipo de conocimiento revelado, en especial, la posibilidad de conocer a Dios. Aparece con el criticismo de Kant, y luego en el positivismo. Su formulación puede resumirse en aquella fórmula: Puede que Dios exista, pero el hombre es incapaz de conocerlo.

Referencias:
Fragmento de “El ateísmo y la increencia.
Disponible en: https://mercaba.org/TEOLOGIA/TESIS/tesis_07.htm














Ciencias Sociales 7°: Los viajes de exploración Hacia el encuentro de América Actividad Ejercicio de comprensión Semana 21-24 de julio

Bienvenidos



Ciencias Sociales 7°
El Renacimiento
Los viajes de exploración
Hacia el encuentro de América

Actividad
Ejercicio de comprensión
Semana 21-24 de julio


1. En clase anterior ya hemos leído el texto y realizado actividad. Lo que haremos ahora es muy sencillo: leeremos de nuevo el texto y nos imaginaremos su contenido en imágenes.
2. Así, por cada uno de los títulos y subtítulos, realizaremos una ilustración. Para ello, como en este caso, hay un título y siete subtítulos, lo que quiere decir que se harán ocho ilustraciones, en ocho recuadros, cada uno con su respectivo nombre.

La expansión europea
Hasta el siglo XIII, los europeos tuvieron muy poca información sobre los territorios y civilizaciones que conformaban el planeta. Se vincularon con la cultura islámica, ya que los musulmanes se habían expandido en torno al mar Mediterráneo y siglos antes invadieron la península ibérica y el norte de África. Sabían muy poco de la China.

Tampoco conocían las culturas africanas del sur del desierto de Sahara ni el territorio que en la actualidad conocemos como América, pese a que estaba poblado por varias sociedades. En el siglo XIII, la situación comenzó a cambiar lentamente, pues las Cruzadas intensificaron las relaciones comerciales entre Europa y el Lejano Oriente.

A fines de ese siglo, cada vez eran más los mercaderes europeos que se adentraban en Asia y llegaban hasta Persia, la India o China. Los artesanos chinos realizaban productos de gran calidad, muy apreciados por los europeos adinerados. La seda era el principal de los que circulaban desde China hacia Occidente, pero también existían otros, como los perfumes, el té y las especias. Por este motivo los comerciantes se aventuraban por varias rutas, aunque la principal era la llamada Ruta de la seda, que con 4 000 km de recorrido unía China con Constantinopla, la capital del Imperio bizantino.

Esos viajes eran muy peligrosos y costosos para la época. Por causa de las grandes distancias que se recorrían, tardaban más de tres años en retornar; además, no contaban con medios de transporte apropiados para acarrear muchas mercancías y los mercaderes podían ser asaltados por el camino. Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII se acentuaron los viajes comerciales y de exploración, proceso que se conoce como la expansión europea.

La influencia musulmana en España
En el año 711, grupos de árabes penetraron en la península ibérica, es decir, en el territorio ocupado por España y Portugal. Nombraron el territorio conquistado como al-Ándalus y hasta 1492 impusieron su organización económica, religiosa y social. Aún en la actualidad se puede evidenciar la influencia árabe en España en la arquitectura y el lenguaje. Por ejemplo, palabras como “alcantarilla” y “ojalá” tienen este origen. También el flamenco, expresión musical y de danza característica de España, tiene gran influencia árabe.

Causas de la expansión europea
Factores económicos. Cuando los turcos otomanos se expandieron por el Cercano Oriente e invadieron la ciudad de Constantinopla, capital del Imperio romano de oriente (1453), comenzaron a ejercer el control de las rutas terrestres y marítimas que unían Asia con Europa, y los mercaderes europeos se vieron obligados a buscar caminos alternativos. Si bien existía el temor de navegar por aguas desconocidas, las necesidades comerciales se convirtieron en un estímulo para hallar nuevos caminos hacia “las Indias” (como los europeos llamaban a la región del sur y del este asiático).

Otros motivos económicos para las exploraciones fueron: el deseo de adquirir oro y plata, metales muy escasos en Europa, utilizados para las transacciones comerciales según el modelo mercantilista de la época, y la obtención de territorios nuevos y mano de obra esclava para la producción de azúcar.

Factores políticos.
Las nacientes monarquías europeas estimularon los viajes de descubrimiento porque buscaban consolidar su poder mediante la conquista de nuevos territorios y la acumulación de metales preciosos para los fondos de los recientes Estados.

Factores culturales.
Entre las motivaciones ideológicas de las exploraciones europeas destacan el deseo de evangelizar el catolicismo a otros pueblos, sobre todo para contrarrestar el avance que hicieron los musulmanes desde la Edad Media.

A su vez, el espíritu aventurero que caracterizó a los guerreros de las Cruzadas estaba arraigado en la mentalidad colectiva europea. Así, los mitos sobre exóticos lugares inexplorados se sumaron a esta mentalidad y motivó a los europeos a aventurarse más allá de lo conocido. Además, existieron condiciones tecnológicas que posibilitaron la expansión europea y que te invitamos a estudiar en las próximas páginas.

Avances tecnológicos.
Hasta el siglo XV, la navegación europea se había limitado, en el sur, al mar Mediterráneo, y en el norte, al mar Báltico y mares circundantes a Inglaterra. Salvo algunos casos excepcionales, como los emprendidos por los vikingos en el siglo X, los europeos no hacían viajes océano adentro. Solo gracias a la incorporación de avances tecnológicos en la navegación y ante la necesidad de hallar nuevas rutas comerciales, los europeos empezaron la exploración en ultramar.

Producto del espíritu del Renacimiento y de la necesidad de mejorar el transporte en las actividades comerciales, en los siglos XIV y XV se adoptaron varios avances tecnológicos que hicieron posible la navegación en ultramar, como la brújula, el astrolabio y otros. La difusión de la brújula, el astrolabio y el cuadrante, cuyo uso era muy antiguo, pero se generalizó a partir del siglo XIII entre los navegantes europeos.

La brújula facilitó la orientación, ya que es una aguja que indica el punto cardinal norte. Por su parte, el astrolabio era utilizado por los navegantes para medir la altura de las estrellas y establecer la posición de la embarcación al estar a bordo de ella; mientras que el cuadrante, un instrumento para medir ángulos, permitía a los navegantes calcular la latitud en la que se encontraban (midiendo la altura sobre el horizonte de la estrella polar o la del Sol de mediodía) y calcular la hora (midiendo la altura del Sol).

Las embarcaciones
Éstas fueron fundamentales para facilitar la navegación en ultramar y, con ello, el comercio. Los portugueses inventaron las carabelas, naves pequeñas que combinaban velas cuadradas y triangulares, y que permitieron la navegación rápida en cualquier época del año y a gran distancia de las costas. Los naos eran embarcaciones de mayor tamaño que, pese a que no se maniobraban con la facilidad de las carabelas, permitían llevar mayor carga.

Mientras tanto, los galeones fueron inventados por los españoles en el siglo XVI para facilitar el comercio con América y combinaban la maniobrabilidad de la carabela con la capacidad de los naos.

El desarrollo de la cartografía
permitió, por un lado, abandonar la idea de que la Tierra era plana y, por otro, remplazar los estudios cartográficos de Ptolomeo por mapas más exactos. En las próximas páginas te invitamos a conocer más sobre la historia de los mapas y de los galeones.
Referencias:
Constanza Icaza Castro & Karen Escobar Tapia, Natalia Catalán Ávila, Historia, Geografía y Ciencias Sociales, 8°, Santillana Santiago (Chile), 2014



Educación religiosa, 6°: El cristianismo en la Edad Media Siglos V-XV Ejercicio de comprensión Semana 21-24 de julio

Bienvenidos


Educación religiosa, 6°
Historia de la religión en Europa
El cristianismo en la Edad Media
Siglos V-XV

Semana 21-24 de julio

Actividad
Ejercicio de comprensión

1. En clase anterior ya hemos leído el texto y realizado actividad. Lo que haremos ahora es muy sencillo: leeremos de nuevo el texto y nos imaginaremos su contenido en imágenes.
2. Así, por cada uno de los títulos y subtítulos, realizaremos una ilustración. Para ello, como en este caso, hay un título y cinco subtítulos, lo que quiere decir que se harán seis ilustraciones, en seis recuadros, cada uno con su respectivo nombre.

El cristianismo en la Edad Media. Siglos V-XV
La Iglesia en la Edad Media fue una institución muy poderosa, ya que fue una época profundamente religiosa. Por eso, la Iglesia católica tuvo mucha influencia sobre la sociedad y, aunque existían otros credos, en el siglo XI Europa era en gran parte cristiana. Más allá de las fronteras que separaban los reinos europeos nació un nuevo concepto de unión: la cristiandad.
A pesar de estos logros, la cristiandad se vio profundamente afectada cuando el año 1054, los obispos bizantinos negaron la autoridad del Papa provocando el llamado cisma de Oriente. Desde entonces, el mundo cristiano europeo se dividió en dos: Oriente optó por la Iglesia griega ortodoxa, mientras que Occidente se mantuvo fiel a la Iglesia católica romana.
En Occidente, la Iglesia se vinculó estrechamente a la sociedad feudal; la misma Iglesia era un gran poder feudal, pues poseía la tercera parte de la propiedad territorial del mundo católico y entre otras cosas, tenía derecho al diezmo, que era le décima parte de las cosechas de toda la gente.
Además, muchos miembros de la nobleza llegaron a ser obispos. Ellos recibían su diócesis como concesiones de los reyes o de otros nobles y al igual que cualquier otro señor feudal, disponían de feudos y de numerosos vasallos. Como consecuencia de esto, la Iglesia se secularizó y sus costumbres se relajaron.

Cristiandad e Iglesia
Hace unos mil años casi toda Europa Occidental empezó a llamarse la cristiandad, porque todos sus reinos acataban la autoridad del Papa y todos sus habitantes profesaban el cristianismo.
Todos los territorios cristianos se consideraban un único imperio y sus figuras más importantes eran el Papa y el emperador. La Iglesia era entonces muy poderosa; los obispos y los abades poseían grandes extensiones de tierra; los clérigos, que eran casi las únicas personas cultas, se encargaban de educar a los jóvenes, socorrían a los pobres y era los principales consejeros de los reyes.

Los otros credos
A pesar de que en el siglo XI Europa Occidental era en su mayoría cristiana, existía una minoría que lo no era: judíos y musulmanes. Los judíos vivían dispersos en muchas ciudades europeas dedicados, sobre todo, al comercio. Este grupo religioso no era muy querido.
Los cristianos lo toleraban, aunque, en muchas ocasiones, los persiguieron por sus ideas. Desde el siglo VIII, los musulmanes ocupaban casi toda España. Allí formaban un grupo muy poderoso cuya capital se hallaba en la ciudad de Córdoba.

La organización de la Iglesia en la Edad Media
La Iglesia en la Edad Media tenía mucho poder. Esto se debía a su enorme riqueza, a su clara organización y a su importancia cultural, que se contraponía al desorden, la ignorancia y la violencia de la sociedad feudal. Todos los miembros de la Iglesia conformaban el clero, que se dividía en dos: el clero secular y el clero regular. El jefe espiritual de todos era el Papa.

El clero secular
Con el nombre de clero secular se designaban a aquellos miembros de la Iglesia que vivían en el mundo, mezclados con los laicos: el Papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos. Los párrocos se hallaban al mando de pequeños distritos llamados parroquias. Varias parroquias formaban una diócesis, cuyo jefe era un obispo, y varias diócesis formaban una arquidiócesis, dirigida por un arzobispo.

El clero regular
A partir del siglo VI se organizó en Occidente el clero regular. A diferencia del clero secular, sus miembros optaron por aislarse del mundo y vivir en monasterios regidos por un abad. Seguían, además unas reglas específicas. En Occidente, el monacato lo inició San Benito de Nursia, quien fundó la orden benedictina.
Su regla se basaba en el lema ora et labora, es decir, reza y trabaja. Al mismo tiempo, la orden benedictina obligó a sus miembros a cumplir votos de obediencia, castidad y pobreza. La regla de San Benito fue respaldada por el Papado.

Referencias:
Fragmento de “La Iglesia en la Edad Media”. Tomado de: https://mihistoriauniversal.com/edad-media/la iglesia-en-la-edad-media/




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