Bienvenidos
Colegio Técnico Benjamín Herrera
Área de Ciencias Sociales, j.t.
Educación religiosa, 6°
Historia de la religión en Europa
El cristianismo en la Edad Media
Siglos V-XV
Actividad: historieta
Semana 8-12 de junio
Actividad
1. Leer con
atención el texto siguiente y, a partir de su lectura, realizar en cuaderno,
una historieta que tenga como tema “cómo era el cristianismo en la Edad Media”,
entre los siglos V-XV.
Para ello, en se
divide una o dos hojas del cuaderno en al menos doce cuadros; en cada cuadro,
una escena del tema que se va a tratar, con los diálogos respectivos; añadir color
y darle un nombre.
El cristianismo en la Edad Media. Siglos V-XV
La Iglesia en la Edad Media fue una institución muy
poderosa, ya que fue una época profundamente religiosa. Por eso, la Iglesia
católica tuvo mucha influencia sobre la sociedad y, aunque existían otros
credos, en el siglo XI Europa era en gran parte cristiana. Más allá de las
fronteras que separaban los reinos europeos nació un nuevo concepto de unión:
la cristiandad.
A pesar de estos logros, la cristiandad se vio
profundamente afectada cuando el año 1054, los obispos bizantinos negaron la
autoridad del Papa provocando el llamado cisma de Oriente. Desde
entonces, el
mundo cristiano europeo se dividió en dos: Oriente optó por la
Iglesia griega ortodoxa, mientras que Occidente se mantuvo fiel a la Iglesia
católica romana.
En Occidente, la Iglesia se vinculó estrechamente a
la sociedad feudal; la misma Iglesia era un gran poder feudal, pues
poseía la tercera parte de la propiedad territorial del mundo católico y entre
otras cosas, tenía derecho al diezmo, que era le décima parte de las cosechas
de toda la gente.
Además, muchos miembros de la nobleza llegaron a
ser obispos. Ellos recibían su diócesis como
concesiones de los reyes o de otros nobles y al igual que cualquier otro señor
feudal, disponían
de feudos y de numerosos vasallos. Como consecuencia de esto, la
Iglesia se secularizó y sus costumbres se
relajaron.
Cristiandad e Iglesia
Hace unos mil años casi toda Europa Occidental
empezó a llamarse la cristiandad, porque todos
sus reinos acataban la autoridad del Papa y todos sus habitantes profesaban el
cristianismo.
Todos los territorios cristianos se consideraban un
único imperio y sus figuras más importantes eran el Papa y el emperador. La
Iglesia era entonces muy poderosa; los obispos y los abades poseían grandes
extensiones de tierra; los clérigos, que eran casi las únicas personas cultas,
se encargaban de educar a los jóvenes, socorrían a los pobres y era los
principales consejeros de los reyes.
Los otros credos
A pesar de que en el siglo XI Europa Occidental era
en su mayoría cristiana, existía una minoría que lo no era: judíos y
musulmanes. Los judíos vivían dispersos
en muchas ciudades europeas dedicados, sobre todo, al comercio. Este grupo
religioso no era muy querido.
Los cristianos lo toleraban, aunque, en muchas
ocasiones, los persiguieron por sus ideas. Desde el siglo VIII, los musulmanes
ocupaban casi toda España. Allí formaban un grupo muy poderoso cuya capital se
hallaba en la ciudad de Córdoba.
La organización de la Iglesia en la
Edad Media
La Iglesia en la Edad Media tenía mucho poder. Esto
se debía a su enorme riqueza, a su clara organización y a su importancia
cultural, que se contraponía al desorden, la ignorancia y la violencia de la
sociedad feudal. Todos los miembros de la Iglesia conformaban el clero, que se
dividía en dos: el clero secular y el clero regular. El jefe
espiritual de todos era el Papa.
El clero secular
Con el nombre de clero secular se designaban a
aquellos miembros de la Iglesia que vivían en el mundo, mezclados con los
laicos: el Papa,
los arzobispos,
los obispos y
los párrocos.
Los párrocos se hallaban al mando de pequeños distritos llamados parroquias.
Varias parroquias formaban una diócesis, cuyo jefe era un
obispo, y varias diócesis formaban una arquidiócesis, dirigida por
un arzobispo.
El clero regular
A partir del siglo VI se organizó en Occidente el
clero regular. A diferencia del clero secular, sus miembros optaron por
aislarse del mundo y vivir en monasterios regidos por
un abad.
Seguían, además unas reglas específicas. En
Occidente, el monacato lo inició San Benito de Nursia, quien
fundó la orden benedictina.
Su regla se basaba en el lema ora
et labora, es decir, reza y trabaja. Al mismo tiempo, la orden
benedictina obligó a sus miembros a cumplir votos de obediencia, castidad y
pobreza. La regla de San Benito fue respaldada por el Papado.
Fragmento de “La Iglesia
en la Edad Media”. Tomado de: https://mihistoriauniversal.com/edad-media/la
iglesia-en-la-edad-media/
Descargar en
Classroom:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Muchas gracias por su comentario.