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lunes, 31 de agosto de 2020

Ciencias sociales, 7° El reparto del mundo Semana 31 de agosto-4 de septiembre

Bienvenidos

Colegio Técnico Benjamín Herrera, IED
Ciencias sociales, 7°
El reparto del mundo
Semana 31 de agosto-4 de septiembre

Actividad
Cuestionario
Leemos con atención el cuaderno y respondemos en el cuaderno:
1. Responda las preguntas en el cuaderno
a. ¿Qué se puede concluir del Tratado de Tordesillas?, ¿por qué ambos Estados establecieron esos límites?
b. ¿Qué relación se puedes establecer entre la actual división político administrativa de Sudamérica, las particularidades culturales de sus países y estos acuerdos de división territorial?
c. Indique, cuál fue la solución que dio el Tratado de Tordesillas al problema de la repartición del mundo.
¿Cuál cree que es la importancia del Tratado de Tordesillas para América? ¿Qué ha significado para la actualidad? Explicar.

El reparto del mundo
Las luchas por el poder territorial entre los reinos de Portugal y de España comenzaron por la disputa de las islas Canarias, situadas cerca de la costa africana. Ese conflicto fue resuelto con el Tratado de Alcaçovas de 1474, en el cual se reconoció la soberanía de España sobre estas islas y se ratificó el dominio portugués en el sur de África.
La noticia sobre las nuevas tierras halladas por Cristóbal Colón inquietó al Reino de Portugal, que vio su poder territorial amenazado. Como ambas monarquías eran cristianas, recurrieron a la mediación del papa Alejandro VI para zanjar sus diferencias, pues consideraban que era la autoridad más indicada.
Para repartir los territorios descubiertos y por descubrir por cada uno de los dos reinos, el papa trazó una línea imaginaria a partir del meridiano que cruza a 100 leguas de Cabo Verde y proclamó la bula inter caetera en 1493. No obstante, fue necesario hacer un nuevo tratado, pues el rey de Portugal Juan II tuvo conocimiento de la amplitud de las nuevas tierras encontradas por España y no quedó conforme con el primer trazado. Así, mediante el Tratado de Tordesillas, en 1494, Portugal obtuvo soberanía sobre el territorio 370 leguas más al occidente de las islas de Cabo Verde, incluyendo parte del territorio suramericano, actualmente conocido como Brasil.

Los cuatro viajes de Colón
Entre 1492 y 1504, Colón realizó cuatro viajes de exploración al litoral del continente americano.
El primer contacto que tuvo con América fueron las islas del Caribe y sus habitantes, los indígenas taínos, un pueblo de naturaleza pacífica y de escaso desarrollo militar.
Estas expediciones españolas estaban conformadas solo por hombres, que se embarcaban sin sus familias, dadas las precarias condiciones de los viajes: alimentación inadecuada para largas travesías, escasa agua dulce y poca higiene. Con el propósito de mantener el dominio sobre los territorios encontrados, varios de ellos se quedaban en pequeños asentamientos, sin tener asegurada su supervivencia.
Primer viaje (agosto de 1492- marzo de 1493).
Cristóbal Colón y sus marinos partieron en dos carabelas, la Pinta y la Niña, y una nave, la Santa María. Llegaron a la isla conocida por sus pobladores como Guanahani, que fue rebautizada por Colón como San Salvador. Más adelante, desembarcaron en una isla llamada Quisquella, a la que Colón dio el nombre de La Española. En este viaje se presentaron revueltas de los indígenas contra los españoles.
Segundo viaje (septiembre de 1493-junio de 1496).
Fue emprendido con diecisiete barcos y cerca de mil quinientos hombres, pero gran parte de la tripulación cayó enferma y doce barcos tuvieron que regresar a España muy pronto. Los españoles llevaron lo necesario para establecerse: animales, semillas e instrumentos de labranza. En La Española, Colón fundó el pueblo de La Isabela y exploró las islas de Puerto Rico y Jamaica.
Tercer viaje (mayo de 1498- noviembre de 1500).
Se realizó con seis naves. Esta vez Colón navegó primero hasta las islas de Cabo Verde. En este período, se presentaron expediciones que fueron conocidas como los viajes menores; entre las principales estuvieron las de Américo Vespucio y Alonso de Ojeda, que exploraron las costas de Guyana y Venezuela en 1499, y la de Vicente Yáñez Pinzón, quien descubrió la desembocadura del río Amazonas
en 1500.
Cuarto viaje (mayo de 1502-noviembre de 1504).
Colón partió al mando de cuatro carabelas con el firme propósito de encontrar los esquivos reinos de Catai y Cipango. Llegó a los actuales países de Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. En Jamaica, después de sobrellevar fuertes tempestades con su tripulación, fue rescatado enfermo y llevado de vuelta a España en 1504. Colon murió dos años después en Valladolid.

El Tratado de Tordesillas
“Que se haga y asigne por el dicho mar Océano una raya ó línea derecha de Polo á Polo, del Polo Ártico, al Polo Antártico, que es de Norte á Sur, la cual raya ó línea é señal se haya de dar e dé derecha, como dicho es, á trescientas setenta leguas de las islas de Cabo Verde para la parte de Poniente (...). Y que todo lo que hasta aquí tenga hallado y descubierto, y de aquí adelante se hallare y descubriere por el dicho Señor Rey de Portugal y por sus navíos, así islas como tierra firme, desde la dicha raya arriba, dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte de Levante, dentro de la dicha raya á la parte de Levante, ó de Norte ó de Sur de ella, tanto que no sea atravesando la dicha raya, que esto sea y quede y pertenezca al dicho señor rey de Portugal y á sus subcesores para siempre jamás. Y que todo lo otro, así islas como tierra firme, halladas y por hallar, descubiertas y por descubrir, que son ó fueren halladas por los dichos señores Rey y Reina de Castilla y de Aragón (...)”.







Educación religiosa, 6º Las religiones de la naturaleza Semana 31 de agosto-4 de septiembre Actividad Cuestionario

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Colegio Técnico Benjamín Herrera, IED
Educación religiosa, 6º

Las religiones de la naturaleza
Semana 31 de agosto-4 de septiembre

Actividad
Cuestionario

Instrucciones
1. Realizamos una lectura atenta de este breve texto, y respondemos en el cuaderno:
a. ¿Por qué se conocen esta religiones como religiones de la naturaleza?
b. En qué se basan las creencias del zoroastrismo?
c. ¿Cuáles eran las creencias del maniqueísmo?
d. ¿Cuáles son los elementos naturales del animismo?
e. ¿Cuál es la principal práctica del vudú?

Lectura:

Las religiones de la naturaleza
Las conocidas como religiones naturales o de la naturaleza, tal y como su propio nombre indica, otorgan a los elementos naturales, como el agua, las montañas o las rocas, un gran poder. Entre éstas, tenemos las siguientes:

Zoroastrismo
El zoroastrismo fue fundado por el profeta Zoroastro, basando sus enseñanzas en la naturaleza espiritual y moral de las personas.

Se trata de una religión monoteísta ya que el culto se dedica en exclusiva a Ahura Mazda, el dios del bien.

El libro sagrado recibe el nombre de Avesta, y se compone de una serie de cantos e himnos.

Maniqueísmo
El maniqueísmo es otra de las religiones de las fuerzas naturales. 

Se trata de una religión universalista que fundó Mani, un conocido sabio persa, quien aseguraba ser el último profeta enviado por Dios a la Tierra.

La comunidad maniquea se dividía en dos grandes grupos. Por un lado, los elegidos, que pasaban el tiempo orando y después de la muerte llegaban al Reino de la Luz.

Y, por otro lado, los oyentes, que servían a los elegidos y a su muerte esperaban reencarnarse en ellos.

Animismo
El animismo es una creencia religiosa que cree que todos los objetos, seres y fenómenos de la naturaleza, tienen un alma.

Esta religión se basa en los siguientes principios: la vida de los ancestros continúa incluso después de la muerte, de forma que es posible interactuar con los espíritus; existen muchos espíritus y dioses; se llevan a cabo sacrificios y ofrendas; y se cree en la mediación de chamanes y brujos.

Vudú
Y, por último, el vudú. Un culto religioso que mezcla diferentes principios del cristianismo y de distintas religiones de África.

Se caracteriza por la práctica de sacrificios a modo de rituales, así como por comunicarse con los dioses mediante el trance.

Esta religión es originaria de África Occidental, y a día de hoy se sigue practicando en áreas rurales de Togo y Benín.

 

Tomado de: Janire Manzanas, “¿Cuáles son las religiones de las fuerzas naturales?”. Disponible en: https://okdiario.com/curiosidades/cuales-son-religiones-fuerzas-naturales-4800745




lunes, 24 de agosto de 2020

Educación religiosa, 10° La religión como producto socioeconómico Alienación de la conciencia humana Ejercicio de comprensión Semana 24-28 de agosto

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Colegio Técnico Benjamín Herrera, IED
Educación religiosa, 10°
La religión como producto socioeconómico
Alienación de la conciencia humana

Ejercicio de comprensión
Semana 24-28 de agosto

Actividad
1.             Leemos nuevamente el texto, y completamos el cuadro sinóptico anexo.
2.             Realizar en cuaderno.

La alienación
Este término es de origen jurídico, derivado del latín alienus, ajeno, que pertenece a otro (alien), y que se aplica en las ventas o cesiones. Así, alienar un bien equivale a regalarlo o a venderlo, es decir, transmitir a otro algo que era propio. Por extensión se habla también de alienación en un sentido psicopatológico, como sinónimo de pérdida de juicio o locura. El alienado es, entonces, el enfermo mental cuya mente está escindida. Estas formas de alienación suponen también un extrañamiento o alejamiento del que se aísla respecto de una norma o de la sociedad.
El sentido propiamente filosófico de este término corresponde al de las palabras alemanas Entfremdung,Veräusserung y Entäusserung, que significan «extrañación», «distanciamiento» y «exteriorización», y expresan una extrañeza del sujeto respecto de sí mismo. No obstante, y aunque el sentido filosófico de la noción de alienación ha estado elaborado especialmente por Hegel, Feuerbach y Marx, ya en la filosofía del siglo XVIII aparece este concepto para referirse a la situación de un ser humano que depende de otro o de otros. Así, Rousseau identifica alienación con socialización mal realizada, que debe reemplazarse por una transformación de la independencia natural del hombre en libertad política, gracias a la cual, el hombre, convertido en ciudadano, esté plenamente integrado en la sociedad.
Hegel
Pero se debe fundamentalmente a Hegel el desarrollo de la noción de alienación, que expone principalmente en su Fenomenología del Espíritu. Para Hegel, la conciencia, originariamente ingenua, está plenamente convencida de la realidad del mundo independientemente de sí misma, pero solamente puede llegar a ser «conciencia de sí» o autoconciencia cuando ve la vinculación entre objeto (mundo objetivo «fuera» de la conciencia) y sujeto o conciencia. Partiendo de la crítica de la creencia ingenua de la existencia del mundo externo independientemente de la conciencia, Hegel muestra, mediante el análisis del proceso de tomas de conciencia parciales, cómo el espíritu humano se conquista progresivamente a sí mismo. De esta manera va oscilando entre la creencia en la realidad del objeto y la creencia en la realidad del sujeto, hasta devenir conciencia de sí en el proceso que muestra la vinculación dialéctica entre ambos polos: sujeto y objeto. En este proceso, la comprensión que el hombre busca de sí mismo le lleva a considerar toda la realidad como resultado de una Idea (sustancia espiritual o Dios), que consiste en ser un devenir que aparece bajo diversas formas o manifestaciones en el espacio y el tiempo: en cada una de estas manifestaciones la Idea se aliena, se exterioriza, de manera que todo lo que existe es una manifestación u objetivación del devenir de la Idea. Así, la naturaleza es una manifestación o autoalienación del Espíritu. Y el hombre, a su vez, es Espíritu en cuanto es objetivación o alienación de la naturaleza. La cultura es el espíritu del hombre que se objetiva, de modo que nada existe, cuyo ser no sea, a la vez, algo que se aliena siendo ya algo alienado. El inicial malestar de la conciencia separada de sí misma (alienada) es la condición del posterior movimiento, que mediante la exterioridad del mundo objetivo y las realizaciones sucesivas del arte, la religión y la filosofía, le permiten la reconquista de su propia esencia. De esta manera, a través de este movimiento dialéctico, la alienación puede superarse elaborando dichas producciones artísticas, religiosas y filosóficas. En este proceso, incluso Dios mismo es solamente un momento o una fase. Efectivamente, Dios, ser absoluto e infinito, es concebido inicialmente como un ser superior a la conciencia y alienado de ella, pero aparece al final del proceso (al final del la historia) como un resultado que realiza la alienación de las propiedades de la limitación y la finitud, que la conciencia reconocía como suyas.
Así, pues, la alienación surge cuando la realidad espiritual aparece como objeto, originando la naturaleza, cuya objetividad debe superarse (Aufhebungdialécticamente, mediante la apropiación del mundo por parte del espíritu: prácticamente, por medio del trabajo o, teóricamente, mediante el arte, la religión o la filosofía. De esta manera, al proceso de exteriorización o alienación ha de corresponder otro en sentido inverso de recuperación de lo alienado, de reconciliación del espíritu consigo mismo. El hombre ha de reconocer, por ejemplo, que el mundo de la cultura ha sido un producto necesario de la naturaleza humana, pero que, una vez creado, se ha distanciado del hombre y ha logrado dominarlo. Al hombre le toca reconocer el dominio de algo que él mismo ha creado y buscar la reconciliación con la cultura haciendo que ésta sea verdaderamente humana. Por ello, toda sociedad en la que los hechos vayan por un lado y los valores por otro es una sociedad alienada y no reconciliada consigo misma.
Ludwig Feuerbach
Feuerbach, aunque se basa en Hegel, acusa a éste de idealismo y de crear un hombre ideal que no existe. En lugar de partir de abstracciones y conceptos tales como la «idea» o el «espíritu» y del proceso que lleva a la autoconciencia, Feuerbach señala que se debe partir del hombre concreto y sensible. La sensibilidades el único punto de partida real. La filosofía no puede comenzar a partir de abstracciones tales como «el pensamiento» o «la idea». De ahí el materialismo de Feuerbach, y de ahí su crítica a Hegel. Frente a la tesis hegeliana de que la «naturaleza» es el «salir fuera de sí» del Espíritu (una forma alienada de este), Feuerbach reivindica la originalidad de la naturaleza. Por ello Feuerbach considera la filosofía hegeliana como una especie de teología racionalizada. Frente a esto, Feuerbach reduce la religión a antropología: «el secreto de la teología está en la antropología». «La esencia de Dios no es más que la esencia del ser humano; o mejor dicho, es la esencia del hombre objetivada y separada de los límites del hombre individual, real y corpóreo. Es la esencia contemplada y venerada como un ser-otro, propio y diferente del hombre. Por ello, todas las determinaciones de la divinidad lo son también del ser humano» (Feuerbach, La esencia del cristianismo, Introducción, capítulo II). Por esta razón, Feuerbach redujo la alienación al ámbito religioso porque es en la religión donde aparece manifiesta la esencia humana, ya que, en ella, el hombre manifiesta su «esencia oculta» y Dios aparece como «la esencia espiritual del hombre». Ahora bien, que Dios sea incondicionado, universal, inmutable, eterno o intemporal no significa otra cosa que la razón humana aplica a este reflejo de sí misma sus propias características. Feuerbach quiere dar a entender que el idealismo de Hegel no es más que una forma de teología que se puede explicar desde el análisis de la esencia del hombre. Por todo ello, Feuerbach considera la génesis de Dios a partir de la proyección que el hombre hace de su propia esencia.
Esta génesis se despliega en tres momentos:
a) la objetivación o puesta fuera de sí que el hombre hace de sus propias determinaciones;
b) la separación o escisión de estas propias determinaciones de su relación originaria con el hombre;
c) la extrañación, o consideración de estas determinaciones objetivadas y separadas como pertenecientes a un ser-otro, ajeno y extraño al hombre, que conducen a éste a la veneración, sometimiento y servidumbre a este ser-otro o Dios creado a imagen y semejanza del hombre. Así, en resumen, Feuerbach entiende la alienación como una proyección que el hombre hace involuntariamente de productos de su propia actividad y de su esencia para tomarlos después como cosas en sí y someterse a ellos.
Karl Marx
Marx acepta este punto de vista y, corrigiéndolo, profundiza en él: la religión es, ciertamente, escisión entre el hombre y su propia esencia, pero, si no se quiere permanecer todavía en el idealismo, hay que plantearse cuál es la verdadera causa de esta escisión y de esta pretendida esencia, y en ello radica la crítica que Marx hace del insuficiente materialismo de Feuerbach. Este autor todavía se basaba en la creencia en la existencia de una esencia humana universal e inmutable, a la que combate Marx. No hay tal esencia inmutable, sino condiciones concretas de producción, ya que lo que los hombres son es producto de su trabajo. Por ello, la base de toda alienación debe buscarse en las condiciones económicas concretas del proceso de producción. Así, toda alienación tiene una base radicalmente (de raíz) económica y social. No es, pues, una pretendida naturaleza humana la base de la alienación, sino la condición real en la que el hombre se encuentra como consecuencia de su actividad productiva en determinadas condiciones históricas. La alienación religiosa no es más que una de las diversas formas de alienación que el hombre padece. La fundamental es la alienación económica, la que aparece ligada al trabajo humano hecho bajo determinadas relaciones de producción: las que se establece entre los que poseen los medios de producción y los que sólo disponen de su fuerza de trabajo. Tal como se presenta, en los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (editados en 1932), esta alienación, que también supone una escisión o descomposición (Zersetzung) se articula de la siguiente manera:
a) objetivación del trabajador en el producto de su trabajo: el hombre es lo que es por medio de su trabajo; pero
b) en esta objetivación se produce una enajenación, o alienación: el producto de su trabajo se le hace extraño al hombre, no le pertenece; por ello se produce
c) el dominio del objeto sobre el hombre: el hombre se convierte en siervo del objeto que él mismo ha producido. El trabajo alienado hace que todo el hombre resulte alienado: su «vida» no es, paradójicamente, más que «un medio para vivir».
En la alienación, pues, lo alienado no es solamente el producto, sino también el obrero, pues al consistir éste en su acción productiva, al ser desposeído de su mercancía, es desposeído de sí mismo: el trabajador deviene una «cosa» más, una mercancía más. Este proceso alienante que experimenta el trabajador al convertirse en «cosa» es el denominado por Marx reificación, (del latín res, en alemán Verdinglichung.
Como puede verse, Marx acepta en líneas generales el planteamiento de Feuerbach, pero, en lugar de basarlo en una alienación de una pretendida «naturaleza humana», lo basa en una raíz más profunda: el proceso de producción.
De la alienación económica surgen todas las otras formas:
-la alienación social, que existe en la sociedad en forma de lucha de clases;
-la alienación política, que se manifiesta en la separación entre sociedad civil y Estado;
-la alienación filosófica e ideológica, que consiste en una visión ideológica del mundo o en una falsa visión de la realidad;
-la alienación religiosa, que es la «conciencia subvertida» del mundo y aparece como el opio del pueblo.
La noción de alienación también ha sido estudiada desde muy diversas perspectivas. Así, forma parte también de ciertas variantes del existencialismo (Sartre, Merleau-Ponty), y ha sido estudiada también por la teología cristiana (P. Tillich) y por el marxismo no comunista (E. Fromm, J. Habermas, H. Marcuse).
Jean Paul Sartre
En el caso del existencialismo de Sartre, la alienación es entendida como el estado de la conciencia desgarrada y escindida. Dado que en el ser humano la existencia precede a la esencia, la conciencia no aparece como el fundamento de sí misma y de ahí este desgarramiento y la «pasión inútil» de querer realizar la unidad peculiar del «en sí» y del «para sí». El tema de la mirada objetivante del otro entronca con dicha concepción sartreana de la alienación.
Además, y tomando el significado del término también en su vertiente psicopatológica, algunas ramas de la psiquiatría contemporánea (especialmente la llamada antipsiquiatría) han puesto de manifiesto que no deben separarse las dimensiones puramente mentales de las sociopolíticas en el estudio de las diversas «alienaciones» mentales.
Por lo que se ha visto, podemos considerar que, además de la noción de fetichismo de la mercancía, pertenecen al mismo ámbito filosófico de la noción de alienación nociones tales como las de: objetivación, cosificación o reificación, extrañación, escisión, desarraigo, enajenación.

Disponible en: https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Alienaci%C3%B3n

Ejercicio de comprensión

Leemos nuevamente el texto, y completamos el cuadro sinóptico anexo.


Autor
Alienación
Consecuencias
Hegel


Feuerbach


Marx


Sartre




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